¿Alguna vez se ha detenido a pensar cuáles son las consecuencias psicológicas que tiene una persona al perder su trabajo? Sin duda es importante considerarlo, para poder abordar esta situación de una manera correcta.
Hoy en día, seguimos padeciendo los efectos ocasionados por la crisis económica que tuvo su origen por un lado en la pandemia en conjunto con las guerras que actualmente azotan al mundo, lo que, como sabemos, ha ocasionado millones de despidos a nivel mundial. Desafortunadamente, no se vislumbra una mejora inmediata sobre este asunto. Por el contrario, se prevé que la recuperación económica de nuestro país sea hasta el 2025 o 2026.
Desde mi punto de vista, no existe una sensación más importante en la vida de todo ser humano que el sentirse productivo. Es decir, tener la oportunidad de aplicar nuestros talentos día con día, desarrollarlos y contribuir (a través de nuestro desempeño) con el éxito de la empresa para la cual estamos prestando nuestros servicios profesionales.
Existen estudios psicológicos que nos explican la incidencia del desempleo sobre el bienestar psicológico de la gente. Estas investigaciones, señalan que el desempleo conduce a las personas a la marginalidad social, ocasionando en ellas, trastornos emocionales y/o cognitivos.
¿Cuáles son algunos de estos trastornos emocionales?
Por increíble que parezca, existen empresas que, en la actualidad, no toman en cuenta las anteriores consideraciones y despiden a sus colaboradores como si fueran un mero “recurso”. Se les olvida que se relacionan con personas que merecen un trato digno, hasta el último momento.
1) Comunica el despido a principios de la semana y no hasta el viernes por la tarde a última hora.Algunas Recomendaciones
Ayuda a que este evento sea lo menos traumático posible para el colaborador. Permite que tenga varios días para explorar nuevas oportunidades de trabajo y de esta manera, llegue con una mejor disposición al fin de semana para evitar que se hunda en la depresión del despido.
2) No le prohíbas regresar a la empresa.
Por el contrario, dale la oportunidad de despedirse de sus compañeros, para que pueda asimilar mejor su situación.
3) Ofrécele los medios de la empresa para su campaña de búsqueda de empleo.
Proporciónale acceso telefónico e internet para que pueda postularse a las vacantes que considere de su interés. También provéele – con el propósito de que su proceso de colocación sea lo más rápido posible – cartas de recomendación y/o referencias laborales de la persona.
4) Si la solvencia económica de la empresa te lo permite, además de las indemnizaciones correspondientes, contrata un programa de Coaching Emocional que consiste en dar asistencia (personal y/o grupal) a todas aquellas personas que han perdido su empleo, con la finalidad de ayudarlas a superar el conflicto emocional que representa para ellas esta pérdida.
Gracias por su lectura,
Hasta la próxima.
Con aproximadamente 76.7 millones de videojugadores
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