El presidente López Obrador en su mañanera salió a decirle al pueblo que había nacionalizado la industria eléctrica, a raíz de la compra de las plantas de Iberdrola por seis mil millones de dólares.
Una parte fundamental de su estrategia de comunicación es la creación de enemigos a los cuales combate en favor del pueblo y la soberanía nacional.
En la lista recurrente estamos los empresarios, los países desarrollados capitalistas, las clases medias, universidades, ex presidentes, partidos políticos de oposición, etc.
En las últimas semanas han sido los extranjeros, en particular los congresistas norteamericanos quienes acusan al gobierno federal de contubernio con el crimen organizado, y los españoles quienes "siguen colonizando a nuestro país" con empresas como Iberdrola, quién se convierte en el enemigo de la semana.
El sector eléctrico ha sido el gran campo de batalla donde el presidente ha centrado su estrategia ideológica nacionalista. Estas actividades más allá de ser reguladas por el estado, cómo actualmente ocurre, el presidente quiere que sea un monopolio de la paraestatal CFE.
Por tal razón se han puesto muchos obstáculos al sector privado que ya estaba operando en este sector y a los que quieren participar.
Estas trabas nos han llevado a las consultas del TMEC que norteamericanos y canadienses han interpuesto en contra de México. Y que para destrabar las negociaciones funcionarios de los tres gobiernos han pedido la cabeza de Manuel Bartlett.
Otra que probablemente cambie de aires es la secretaria de energía, que además de ser contribuir a la generación de los conflictos con EU y Canadá, metió en un problema político/económico al presidente con Dos Bocas, ya que los tiempos y costos de construcción están muy por encima de lo prometido.
Y en este contexto, la compra de las plantas a Iberdrola es un movimiento ideológico políticamente acertado en varios frentes y económicamente neutro.
En términos económicos, la generación de energía se queda igual, ya que en lugar de estar pagando a Iberdrola la energía que generan su plantas como lo viene haciendo desde hace 22 años, las compra en términos del valor de sus activos y utilidades futuras. Es decir, quedamos tablas.
¿Y la Nacionalización?. Cuando una empresa privada pasa a manos del estado se dice que se nacionaliza, y en sentido opuesto se privatiza.
Por lo que no tiene nada de extraordinario decir que se nacionalizaron los bienes de Iberdrola. Sin embargo, se le quiere dar un sentido como si se tratase de una EXPROPIACIÓN de todo el sector eléctrico. Y esta es la narrativa que le importa al presidente aunque diste mucho de la realidad.
Y a todo esto, ¿Cómo le fue a la "vapuleada Iberdrola"?... Pues una vez anunciada la venta de sus plantas... el precio de su acción subió a máximos históricos. Vender activos viejos contaminantes es una buena jugada que le da liquidez para adquirir activos de energías limpias en los Estados Unidos o en Brasil que ya anunció una inversión de más de cinco mil millones de dólares.
¿Quién ganó?, El presidente y la empresa española.
¿Y México?... Se quedó igual.
Y seguimos aprendiendo de este empresario INNOVADOR Y DISRUPTIVO, que se puede decir ¡cambió el mundo!
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Leer MásSe recomienda a la población de Corregidora abrigarse con varias capas antes de exponerse a climas fríos, consumir frutas de la temporada y suficientes líquidos, no automedicarse si presentan algún malestar, así como evitar prender anafres en espacios con poca o nula ventilación a fin de evitar incendios.
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