Se puede decir que de alguna forma ser feliz es la sensación de bienestar y realización que experimentamos cuando alcanzamos nuestras metas, deseos y propósitos; es un momento duradero de satisfacción, donde no hay necesidades que apremien, ni sufrimientos que atormenten.
A diferencia de que "estar feliz" es cuando una persona se siente feliz en el momento en el que habla sobre su estado de ánimo.
Aunque el concepto de felicidad es subjetivo y relativo, vivir una vida feliz es vivir una vida plena. Lo contrario de sentirse vacío.
Se puede aprender a ser feliz, de hecho debería ser una materia escolar tan importante como las matemáticas y la historia. Así lo sostiene el doctor Tal Ben-Shahar, un profesor israelí de Harvard que imparte clases sobre felicidad.
El experto en Psicología Positiva y autor del best seller "Being Happy", define la felicidad como la habilidad para estar satisfecho con lo que se tiene.
"No necesitamos tener todo lo que creemos que nos falta, ni esperar a que llegue todo aquello que deseamos, ni frenarnos por no llegar a lo más alto" asegura y sostiene que así como se realizan diferentes pasos para aprender a andar en bicicleta, hay una serie de claves para encontrar la felicidad, según el catedrático.
CLAVES PARA SER FELIZ
Agradecer, no dar lo bueno de la vida por sentado: apreciar cada regalo de la vida sin importar si es grande o pequeño, rutinario o excepcional. El agradecimiento es un puente para la satisfacción personal.
Cultivar las relaciones cara a cara: de acuerdo con el catedrático, la pareja, la familia y los amigos representan nexos imperfectos pero esenciales en la vida, por lo que la vida digital puede causar problemas si sustituye al trato personal.
Hacer ejercicio: las endorfinas que se producen en el cuerpo con la actividad física son como "droga" de felicidad. No es necesario correr un maratón cada semana, basta con caminar al menos 30 minutos al aire libre.
Meditar: encontrarse consigo mismo en el silencio personal ayudará a alinear los pensamientos hacia lo positivo.
Abrazar los fracasos: culparse y amargarse por los intentos fallidos es infructuoso. Hay que celebrar cualquier tipo de experiencia y usarla a nuestro favor en el futuro.
Simplificar la vida: hay que hacer fácil el día a día, si pretendemos hacer todo al mismo tiempo nos generaremos problemas, tristezas y frustraciones. Existen problemas y tareas que no se pueden resolver al mismo tiempo, por lo que es importante centrarse en una sola cosa.
Desarrollar la resiliencia: hay que encontrar en los fracasos y los problemas experiencias y oportunidades. El estado mental es clave para el bienestar en cualquier circunstancia, aunque sea adversa y requiera reinventarse para seguir adelante.
Dedicar tiempo a tus pasatiempos: apagar el móvil para disfrutar de tiempo personal, lejos de las obligaciones, aunque sea poco tiempo a la semana, pero constante.
Darse permiso para ser humanos: hay que dar rienda suelta a las emociones y los sentimientos, sin temor al qué dirán. La inteligencia emocional es la llave de la felicidad.
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