Desde los tiempos más antiguos, cuando la especie humana se entendió a sí misma como sedentaria, y comenzó a procurar espacios propicios para la subsistencia, desde ese entonces se convirtió en una respuesta clave el resolver a la pregunta de dónde radicar.
Por ejemplo, decidir si el terreno en donde instalarse era fértil para la agricultura, o escarpado y de difícil acceso para los enemigos fueron constantes en el desarrollo de las urbes de la historia humana. O también, si era cercano a un río o al océano para facilitar el acceso a otras poblaciones y a otros productos o mercancías. Eran decisiones en torno a contar con alimentos, mercancías, clima favorable y estar lejanos a los peligros; en resumen, para la permanencia de la especie y de su cultura.
La evolución de la especie se ha dado a pasos agigantados, más en el último siglo, y hoy nos encontramos con discusiones de temas que parecerían descabellados hace algunos años. Por ejemplo, se discute ya a propósito de la viabilidad de la vida en Marte, o de la dualidad del metaverso y la trascendencia de lo cotidiano a lo virtual. Incluso la industria del real estate ya ha puesto sus ojos en el desarrollo y promoción de “tierra” en alguno de estos dos contextos.
Sin embargo, fuera de tendencias, lo cierto es que, así como antes y cómo se visualiza el futuro, dónde vivir es una decisión clave. En nuestros tiempos, y particularmente en México, esta decisión se contextualiza con temas sobre bienestar, seguridad, empleo, educación, accesibilidad de productos y mercancías e infraestructura para desplazarse y conectarse con el mundo mismo.
Con base en estas variables, hay ciudades que han disparado su densidad poblacional por ser atractivas para residir y vivir. Así ha pasado en los últimos años con epicentros como Tijuana, Los Cabos, Cancún, Mérida y Querétaro. Todas ellas son ciudades que han venido representando bienestar y prosperidad y son las mismas ciudades que han crecido de forma relevante en el desarrollo de vivienda y residencias.
Para el caso de Querétaro, es preciso decir que del 2010 al 2020 se agregaron cerca de 550 mil nuevos habitantes, casi una cuarta parte de su población. Esto ha implicado el crecimiento de desarrollos residenciales y de vivienda, y con ello el crecimiento de la zona urbana. Y como todo crecimiento representa desafíos, con el de la población vienen desafíos como el de regular el tráfico, mantener la seguridad o seguir garantizando viviendas propicias para la convivencia.
Con base en ello, podemos decir que acerca de 10 años de haberse generado el crecimiento exponencial de la población en Querétaro, hoy existe una conciencia más clara sobre las condiciones que hay que ir propiciando. Por ejemplo, en materia de vivienda, tenemos una industria que se ocupa de procurar la interacción vecinal, el cuidado del medio ambiente y el acceso por cercanía a servicios básicos.
Por otro lado, en materia de gobierno, tenemos instituciones que están atendiendo el desafío constante de la seguridad y haciendo lo necesario para tener vías de transporte que garanticen una movilidad sostenible. Y finalmente, por parte de la sociedad, tenemos una conciencia de que es importante nuestra participación y la procuración de redes de involucramiento, de hacer comunidad, para construir acciones que den forma al crecimiento de nuestra zona urbana.
Estas serían las características de un sedentarismo comunitario que, en tiempos modernos, es una característica imprescindible ante el crecimiento muchas veces desmedido de nuestras zonas urbanas.
Querétaro es una sociedad desde donde hemos procurado poner manos a la obra y contar cada vez más con esta característica. Desde este enfoque hoy los desarrollos residenciales que se están generando cuentan con un valor agregado y que tiene que ver con estar inserto en una sociedad entretejida en sí misma, vinculada con sus autoridades y conectada productivamente con sus entornos.
Desde la Cámara de Comercio buscamos contribuir día con día a la generación de la prosperidad incluyente. La cual se nutre de reconocer los desafíos del crecimiento y del éxito de una sociedad que es imán por su bienestar para inversiones, personas y para el desarrollo. Es así como, representando a sector terciario de nuestra economía, buscamos sumarnos al proyecto común de seguir haciendo de Querétaro un lugar de prosperidad, paz y crecimiento sostenido.
Los retos para la protección de los sistemas de seguridad siguen creciendo
Leer Más
Querétaro ganó en la categoría “Best location and Government Support”
Leer Más