MENSAJE DEL PRESIDENTE DEL IMEF, Mayo 2022

Creado por Lic. Miguel Ángel Trejo López Presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, Grupo Querétaro / 2022-06-07

FISURA EN LOS PILARES DE LA ECONOMÍA

Nos encontramos en una especie de calma antes de la tormenta, que desde el lado económico vemos pequeñas señales alentadoras de recuperación, pero desde la perspectiva política vemos áreas de oportunidad para apuntalar a la economía.

El pasado trimestre lo cerramos con cierto nivel de optimismo, vemos un repunte en la dinámica económica cómo se ve reflejado en el Indicador IMEF rondando las 52.3 unidades, Lo que pareciera señalar una reactivación, esto tras un segundo semestre del 2021 con una franca atonía, que incluso se reflejó en una desaceleración inercial en el mes de enero donde el indicador llegó a zona negativa.

Sin duda lo que observamos es un claro repunte del índice manufacturero y no manufacturero, lo que se necesita para mantener esta tendencia es la generación de confianza en el inversionista y en el consumidor.

Para generar la confianza en el inversionista nacional y extranjero se requiere, aparte de lo mínimo indispensable como un estado de derecho, que los únicos riesgos que un inversionista asuma sean los relacionados con la operación de su negocio, y que no esté a expensas de un constante devenir en políticas públicas, un claro ejemplo de ello es el sector de generación eléctrica, que la altísima intensidad en capital que requiere esa industria a su vez demanda una estabilidad de largo plazo para su viabilidad económica. Una de las principales causas de la actual incertidumbre de este sector son un legislativo con mayoría absoluta que sigue las instrucciones del Ejecutivo federal al pie de la letra y una Suprema Corte cada vez más a fin a los intereses de este.

Otro de los factores que más le importan a la iniciativa privada en cuestión de inversión, es una estabilidad macroeconómica, en especial en términos de inflación y fluctuación cambiaria, esto se ha logrado en México en las últimas décadas gracias a la institucionalidad y la autonomía de nuestro Banco Central, que ha permitido separar al poder político de las decisiones de política monetaria, pero existen ciertas circunstancias de alarma con respecto a la autonomía de esta institución, una de las más importantes ha sido el albazo del Ejecutivo Federal cuando adelantó el anuncio del incremento en tasas, por principio de orden es correcto que a la cabeza del Ejecutivo Federal se le informen este tipo de decisiones con oportunidad, pero es indispensable que se guarde con cautela dicha información y que la misma sea anunciada por el propio Banco de México para no generar especulación e incertidumbre.

En cuanto a la confianza del consumidor, su toma de decisión no es menos compleja, ya que depende del tipo de artículo que adquiera, por ejemplo, bienes de consumo como alimentos u otros bienes de bajo valor no requieren analizar la decisión de compra, por el contrario, la decisión de adquirir una casa conlleva un análisis más profundo, que al final requiere un nivel de confianza en que la economía se mantendrá en cierto nivel mínimo de desempeño, ya que ello le puede asegurar al consumidor estabilidad en su fuente de ingresos ya sea manteniendo su empleo o el nivel de ingresos de su negocio.

Una de las principales causas de desconfianza de inversionistas y consumidores, es la erosión de la separación de poderes y de la institucionalidad, pero sobre todas estas instituciones hay una en la cual se apuntalan todos los demás pilares de una economía estable, esta es la democracia, el INE ha sido un catalizador fundamental de la democracia y la alternancia política, uno de los últimos bastiones de la institucionalidad, sin un organismo como el INE no hay garantía de democracia, y en consecuencia no habría garantía de separación de poderes, y mucho menos de certeza jurídica en las inversiones. Por tanto, preocupan los constantes ataques a esta piedra angular.

Es por ello que tenemos que salir en defensa de este nuestro último bastión, por qué en el momento que caiga el INE habrá caído la última esperanza de recuperar y reparar el resto de nuestras instituciones.